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martes, 8 de mayo de 2018

El agua sigue llegando a más aldeas y casas del valle Tessaout.

Hace 9 años, en el 2011, la fundación Acción Geoda inaguró su primer proyecto de agua en la aldea de Azerzem. Tanto para nosotros, como para la aldea y el valle Tessaout fue un hito sin precedentes porque era el primer proyecto de agua dicho llevado a cabo en dicho valle.

Lavadero Tamgansift
Un año después inaguramos un segundo proyecto de agua en las aldeas de Ifolou e Irbran. Dicho proyecto estuvo un año en funcionamiento hasta que en noviembre del 2012 las mayores riadas del siglo en Marruecos enterraron el pozo bajo toneladas de piedras y lodo. Por este motivo tuvimos que volver a reconstruirlo en un lugar más seguro aunque necesitamos otros dos años para recaudar los fondos, construirlo y volver a llevar el agua a ambas aldeas. Esta incidencia nos retrasó el poder llevar agua a nuevas aldeas.

A partir del año 2015 las cosas comenzaron a cambiar para el valle y para aG. Entramos en contacto con varias ongs y empresas privadas que se interesaron en Ag, nos financiaron varios proyectos de agua y para finales de este mes ya serán 12 aldeas y 10.000 personas a las que habremos llevado el agua potable.

Lavadero Tiftich
Y no solo eso, sino que está previsto que para este año 2018 otras 6 o 7 aldeas y otras 5.000 personas tengan agua potable en sus casas.

Además desde el año 2017 tenemos una novedad, y es que en algunas de las aldeas, además de proporcionarles agua potable, construimos unos lavaderos que incluyen una caldera para calentar el agua y que así las mujeres puedan lavar también en los duros y fríos meses de invierno. Dichos lavaderos no solo facilitan la labor de limpieza de la ropa, sino que además evitan la contaminación de los ríos ya que los detergentes utilizados son luego depurados mediante sistemas naturales de filtrados. Ante el éxito de tal iniciativa intentaremos instalar nuevos lavaderos en alguno de los nuevos proyectos de agua que la fundación Acción Geoda llevará a cabo este año y en años venideros.

Lavadero con la caldera al fondo.

miércoles, 11 de abril de 2018

Nuevas vidas en el valle Tessaout






En diciembre de 2016 iniciamos un nuevo proyecto gracias a la donación por parte de Microsoft España de un ecógrafo portátil con el que comenzamos el seguimiento de las embarazadas del valle de Tessaout.
 
  Según Save the Children España 1 de cada 300 mujeres mueren por causas prevenibles durante el embarazo (The Urban Disadvantage: State of the World’s Mothers).
En el valle Tessaout casi el 99% de las embarazadas no hacen ninguna visita al médico durante la gestación, dan a luz en sus casas ellas solas sin ayuda de nadie. La tasa de muertes fetales al final del embarazo es muy elevada y más aún el número de muertes neonatales y en los primeros meses de vida.

El acceso a los servicios sanitarios desde las aldeas del valle es muy limitado: la población más cercana dónde existe un dispensario médico es Ait Tamlil (a más de 20 km de la mayoría de las aldeas) y un hospital en Demnate a 80 km. La comunicación entre los pueblos o aldeas es muy escasa, y, en determinadas épocas del año imposible, que requiere un coste económico, lo que dificulta enormemente el acceso de la población a estos centros sanitarios. 

Durante el embarazo las mujeres no cambian su ritmo de trabajo: cuidar los animales, recoger leña, trabajar en el campo, labores de la casa, cuidado de los hijos… Este hecho está sin duda muy relacionado con problemas en el parto y perinatales.

En el caso de partos complicados, algo que desgraciadamente sucede en muchas ocasiones, las mujeres mueren generalmente por hemorragias por dificultad en la contracción uterina.

Las mujeres son conscientes de que sus hijos, en muchas ocasiones, presentan graves problemas de salud, pero las normas religiosas impiden a las mujeres acudir solas sin sus maridos salir del pueblo para acudir a las consultas médicas. Ellas piden más y mejores centros de salud para la zona que faciliten la atención sanitaria de los recién nacidos y de toda la población en general

Acción Geoda desde el 2016 ya ha realizado tres caravanas ginecológicas, en las que un equipo compuesto por ginecólogas, matronas y personal médico, realiza ecografías de seguimiento a las mujeres embarazas para detectar embarazos de riesgo y sobre todo futuros partos complicados que necesitarán ser atendidos por personal especializado.

Insistimos mucho en la formación de las mujeres para enseñarlas a ser conscientes de las diferentes fases de su embarazo e impartimos talleres de atención en el momento del parto, cuidado del bebé en los primeros meses de vida, y necesidades de las madres para conseguir una correcta recuperación.

Nos parece importantísimo también la formación de los hombres, a los que les hemos hablado también de las consecuencias que tiene el elevado ritmo de trabajo de sus mujeres durante el periodo de gestación, y de la importancia de que los partos sean atendidos en los centros de salud de la zona.

Necesitamos poner en marcha un servicio médico estable en la zona que pueda atender todas las necesidades sanitarias en cualquier época de año.

Llevamos muchos años negociando con el gobiernos marroquí para que nos concediese los permisos necesarios para poder abrir un dispensario médico en la zona y, parece que por fin, ¡ha llegado ese momento!. Acabamos de firmar un acuerdo con la comunidad rural de Ait Tamlil.

Tenemos el dispensario preparado y equipado, pero ahora necesitamos contratar un enfermero o enfermera para que trabaje allí durante todo el año.

Además, queremos contratar a la matrona que ahora mismo trabaja en el centro de salud de la zona, para que al menos dos tardes al mes, haga visitas de seguimiento de los embarazos de la zona.

· El sueldo del enfermero nos supone un coste anual de 3.600 €.

· El sueldo extra que le vamos a pagar a la matrona nos supone un coste anual de 400 €.

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Por eso hemos lanzado una campaña de matchfunding #T2M para poder financiar este proyecto en la plataforma migranodearena: NUEVAS VIDAS EN EL VALLE TESSAOUT

Entra y ayúdanos:

https://www.migranodearena.org/reto/18328/nuevas-vidas-en-el-valle-tessaout

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miércoles, 22 de marzo de 2017

22 de marzo, Día Internacional del Agua

No resulta extraño que en un sistema mundial que se perpetúa parcheando sus propias contradicciones sus habitantes se vean abocados al hecho de sobrevivir entre incoherencias, aceptando el absurdo y la paradoja como elementos inherentes a la propia existencia.

Hoy 22 de marzo, Día Mundial del Agua, celebramos que los organismos internacionales se impliquen activamente en la visibilización de un problema que afecta a buena parte de la población mundial. No es una cuestión baladí que la determinación y la audacia con la que lo afrontemos condicionará la vida de las generaciones presentes y futuras.

La escasez de agua potable y de saneamiento es la causa principal de enfermedades en el mundo. La mortandad en la población infantil es especialmente elevada. En los países en vías de desarrollo, más del 90% de las muertes por diarrea a causa de agua no potable y falta de higiene se producen en niños y niñas menores de cinco años. Unos 4.500 niños y niñas mueren a diario por carecer de agua potable y de instalaciones básicas de saneamiento.

Y la carencia de agua saneada afecta principalmente a las poblaciones pobres y rurales. Más de 850 millones de personas no tienen acceso suficiente a agua potable. El uso medio de agua por persona/día es de 200 a 300 litros en la mayoría de los países europeos, frente a los menos de 10 litros en los países en vías de desarrollo. Por término medio, las mujeres y niñas de los países en vías de desarrollo, caminan seis kilómetros al día transportando 20 litros de agua, lo que reduce el tiempo que podrían utilizar para otro trabajo productivo, o para que las niñas asistan a la escuela. Las enfermedades transmitidas por el agua elevan notablemente los índices de absentismo escolar entre los sectores de la población más desfavorecidos.

El 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos.

El Objetivo de Desarrollo número 6 se basa en garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos, incluye la meta de reducir a la mitad la proporción de agua dilapidada y aumentar su reciclaje.

Uno de los focos principales de actuación de la Fundación Acción Geoda, se basa en dotar de las infraestructuras necesarias para facilitar el acceso a un agua limpia y saneada a los pueblos del valle del Tessaout, en el Alto Atlas marroquí, fomentando a su vez  el fortalecimiento y el desarrollo de las instituciones comunales, que aseguren la viabilidad de los proyectos, implicando a los pueblos en la gestión de sus propios recursos.
Los habitantes de las aldeas trabajan en la construcción de zanjas y depósitos, instalan los contadores en las casas, y gestionan a través de las asociaciones locales, el pago de las cuotas que permiten la sostenibilidad del suministro y el mantenimiento de las infraestructuras. En algunas de dichas aldeas, ha sido necesaria la construcción de pozos para acceder a tan preciado recurso.

La cooperación entre Acción Geoda, las entidades colaboradoras que contribuyen posibilitando la financiación de los proyectos, y los propios habitantes del valle han permitido dotar de un fácil acceso a agua potable, a más de 3000 personas, incluyendo a los pueblos de Ifoulou, Irbran, Azzerzem, Taznakt y Toufghine.

Próximamente, otras 700 personas de las aldeas de Tiftich e Imi n Tizgui, mejorarán notablemente sus condiciones de vida, a través de las acciones que posibilitarán que tengan acceso a un agua potable y limpia, sin necesidad de realizar largos y pesados desplazamientos.

Uno de los objetivos de Acción Geoda, es seguir trabajando mano a mano con los habitantes del Tessaout, expandiendo el foco de actuación a nuevos pueblos del valle, y perseverando en una línea de cooperación, que asegure la viabilidad y sostenibilidad de la gestión local del acceso y suministro a un bien imprescindible para la realización de la propia vida.

Desde nuestra Fundación, también queremos señalar, que no es posible solucionar el problema del derecho humano al agua, si el sistema mundial no encara sus propias contradicciones. Celebramos que los organismos internacionales, consideren que  la carencia de agua potable es un problema central en el mundo actual. No obstante, la cuestión será irresoluble, mientras no repensemos las implicaciones inherentes a un sistema económico voraz, que en su continuo afán expansivo, ha puesto su foco en la mercantilización de un recurso imprescindible para la supervivencia.

El “oro azul” se ha convertido en una inversión financiera de alta rentabilidad. Su carácter finito y necesario, ha contribuido a que grandes multinacionales se estén centrando en monopolizar el suministro de agua en todo el mundo. El FMI y el Banco Mundial, instituciones que forman parte de las Naciones Unidas, han obligado a multitud de países, a privatizar el agua, como condición imprescindible para asegurar su financiación.
Peter Brabeck-Letmathe, presidente del grupo Nestlé, líder mundial de venta de agua embotellada, considera que: “ el agua no es un derecho, debería tener un valor de mercado y ser privatizada”.

El acceso y el suministro del agua ha constituido una histórica fuente de conflictos, en ocasiones enmascarados de cuestiones étnicas o políticas. Sin duda, no encarar con firmeza el problema del agua, generará conflictos y acentuará las desigualdades en tiempos cercanos.

Nos felicitamos por la celebración de este día, pero también remarcamos la incoherencia de no señalar cuestiones nucleares del problema.




lunes, 11 de julio de 2016

Pasión por las aulas, pasión por el valle...


 Parece mentira… pero si, ya hace más de tres meses que dejamos nuestro querido Valle. Un campo de cooperación muy especial, por la singularidad de cada uno de los participantes y porque para algunas de nosotras era el primero como miembros de Acción Geoda… 

Ya queda muy poco para volver, pues nos encontramos ahora dando las últimas pinceladas de la organización de la 
II Caravana de Educación que se realizará a mediados de julio, además, el curso ha terminado también en el Valle, y parece inevitable revisar mentalmente este año… la anterior caravana de educación, la elaboración de nuestro proyecto, las reuniones, los eventos, el ver cómo crece el proyecto de educación que con tantísima ilusión elaboramos… 
Son muchos los momentos que se aglutinan en nuestra memoria y la mayoría de ellos hacen inevitable que las lágrimas de emoción se apoderen de nosotras y nosotros (incluido Abdú, claro)… Pero si tenemos que elegir un momento de los vividos hasta ahora, ese seria del campo de cooperación, el momento en el que vimos materializado uno de los objetivos que preveíamos más complicados: La creación de una biblioteca y una ludoteca para los bebes, niños y jóvenes en las aldeas de Ifoulou y Azarzem… un espacio de ilusión que fue posible gracias a las aportaciones de los participantes en el campo y a la caravana BMW Motos que llegó como obra de magia desde Granada, en la noche de peor climatología que recordamos…

La emoción vuelve a nosotras ahora, al recordar esos momentos y al saber, que en pocos días volveremos a ver este espacio de juego y lectura… donde niños y jóvenes nos contarán la experiencia de estos meses. Gracias por colaborar y creer en nosotras…

                                                                           Equipo de Educación de A.G.



martes, 1 de marzo de 2016

Nuestra lucha en el valle contra el bocio: Sal Yodada


El yodo es un mineral muy importante para nuestra salud puesto que es el encargado de la actividad hormonal del organismo, especialmente de la hormona tiroidea, que es la que interviene en el funcionamiento de la glándula tiroides. Así, el yodo se hace imprescindible para el crecimiento, el desarrollo y buen funcionamiento de nuestros órganos, la actividad del metabolismo, y, al mismo tiempo, para evitar problemas como el hipotiroidismo. Es un componente esencial de nuestra dieta.

¿Por qué es importante el yodo?


Porque es fundamental para el desarrollo de las hormonas en el organismo y su deficiencia en el embarazo puede ser el causante del retraso mental en los niños. La ausencia del yodo en la alimentación da lugar a enfermedades como el bocio (agrandamiento de la glándula tiroidea) hipotiroidismo (glándula tiroidea hipoactiva) y problemas en el embarazo (abortos, partos prematuros y anomalías congénitas en los bebés).
Si esta deficiencia de yodo es continua, los efectos secundarios pueden ser más o menos graves, como por ejemplo, piel seca, pérdida del cabello, fatiga extrema o reflejos lentos. Pero además, puede provocar obesidad y ésta conducir a problemas de diabetes.

¿Dónde podemos encontrar yodo?

En alimentos como en los productos lácteos (leche, yogurt, queso...), pescados (no de río) como el arenque, bacalao, sardinas…, huevos, lentejas y algunas frutas y verduras (naranja, espinaca, acelga, judía verde…), y, sobre todo, en la sal yodada. La ingesta de estos alimentos en la dieta diaria es fundamental
El tratamiento de la deficiencia de yodo, con la introducción de la sal yodada ayuda a reducir el número de casos en las zonas de alto riesgo.

Según el informe de UNICEF del Estado Mundial de la Infancia 2015, el consumo de sal yodada es de un 75% a nivel mundial, mientras que en Marruecos tan sólo es del 21% cifra que se incrementará considerablemente en las zonas montañosas y aisladas como en el caso del Valle de Tessaout.

La deficiencia del yodo constituye la principal causa de daño cerebral y de retraso mental a nivel mundial, a pesar de que es la más fácil de prevenir. Por esta razón, es muy importante tener en cuenta la necesidad de una alimentación equilibrada, que proporcione los nutrimentos requeridos para evitar este tipo de padecimientos.


Los niños son muy vulnerables a la deficiencia de yodo, generalmente se ven afectados por el bocio, el cual se incrementa con la edad y alcanza su máximo desarrollo durante la adolescencia. Esta enfermedad también es una manifestación típica en los adultos que carecen de este elemento, la cual afecta en mayor cantidad a las mujeres que a los hombres. A nuestras caravanas médicas se han acercado mujeres y niñas de pocos años con avanzados casos de bocio.

En Ifoulou y todo el valle del río Tessaout la población presenta muchos rasgos de hipotiroidismo. Al ser una zona de montaña y aislada, las campañas del gobierno sobre la utilización masiva de sal yodada todavía no han dado los frutos deseados y el consumo de sal se realiza sin estar esta enriquecida por este elemento.

¿Cuál es la línea de actuación de Acción Geoda?

El área de Sanidad, en cada una de las caravanas médicas que se han realizado en el valle, ha impartido talleres sobre la sal yodada y sobre cómo evitar el bocio. Se ha invitado a que se venda y compre sal yodada en el mercado de Ifoulou. Y también se ha enseñado a cocinar tajines con sardinas que aunque es un sabor no muy familiar les puede ayudar en una dieta más rica en yodo.

Acción Geoda, se ha propuesto que este consumo llegue al 100% de los hogares del valle, pues además de mejorar la salud de todos los habitantes es una garantía de desarrollo.


sábado, 20 de diciembre de 2014

aG os desea Feliz Navidad

Fundación Acción Geoda os desea una Feliz Navidad

Estas fiestas, con nuestro firme propósito de devolver la ilusión y la esperanza a la gente del Valle del Tessaout tras las graves riadas de este otoño, estamos trabajando para volver a poner en marcha el sistema de agua potable de Ifoulou.

Colabora con este bonito proyecto y estas fiestas acuérdate de otros que aunque no tienen tanto como nosotros, tienen una bonita sonrisa en su rostro y trabajan duro para recuperar la esperanza de una vida mejor.

Puedes colaborar con nosotros a través del siguiente enlace:

http://www.migranodearena.org/es/ong/687/accion-geoda/

o bien a través de los medios habituales (en nuestra página web tienes información completa pinchando aquí).

Muchas gracias y felices fiestas!


jueves, 7 de agosto de 2014

DE TREKKING.... SOLIDARIO

A la tercera siempre dicen que va la vencida, y en este caso a mí me pasó....Era mi tercer viaje a Marruecos, más concretamente al Valle del Tessaout, y esta vez sí que iba a ser, iba a patear por fin el Atlas!!!
 La primera vez fuí un poco expectante, no había viajado nunca a Marruecos y quería saber cómo era su terreno, sus costumbres, su gente y allí llegué con Jorge y con Hafid, al Valle del Tessaout, a Ifoulou... que lugar más guapo por favor!!!!
En ese momento me dije, Aran... no sé cuando va a ser, pero tú vas a andar por estos lares....
 La segunda vez fuimos de boda, también a Ifoulou, ahí hicimos un mini trekking, pues las lluvias habían inundado los caminos, y tuvimos que llegar andando al pueblo....

Y a la tercera fue, en el Campo de Trabajo 2014...

Yo lo tenía muy claro desde el principio, de los proyectos varios que se iban a realizar, yo participaría en todos los trekkings posibles, si, esto también era un proyecto, el de aGtrek...

aGtrek es un proyecto de viajes solidarios, desarrollado con la participación de los beneficiarios del ProyectoTessaout con el objetivo de impulsar su desarrollo.

Qué os voy a decir de los paisajes.... a veces no sabes si estás en un escenario de la “Guerra de las Galaxias”, de la “Vida de Brian” o si te vas a encontrar el portal de Belén.

No sabes si estás en Picos de Europa por las pedreras que encuentras, esos manchones verdes en mitad de una ladera seca son terrazas de cereal, verdes a más no poder, el contraste... hay que verlo, no es descriptible, y hablamos de entre 3.000 y 4.000 metros de altitud. Donde hay un chorro de agua, hay un hilo verde dando vida…

No sabes que es aquello que ves venir de frente, eso que abulta muchísimo y se va moviendo encima de un puntito de color, no lo sabes hasta que se acerca y te dice un “lebes” y ahí es cuando ves que es una mujer portando leña... Dios!!! que fuerza debe tener y  va con chanclas de plástico...

No sabes si la piedra del fondo es piedra, niño, cabra, cordero o que es... pero mola acercarte a descubrirlo, por el camino vas a encontrar todo esto... hasta en los sitios más remotos es complicado bajarse el pantalón... siempre hay alguien que estaba por allí....

No sabes a veces si el árbol que estás viendo en medio de un erial es enebro, sabina o que es.... el aire o las cabras…lo han dejado pelado, pero te permite trepar por sus ramas aún contenidas...

Es tanto el contraste de paisajes que hay que ir a verlo, esto no vale solo con leerlo...

Y cuando regresas de la pateada, ese té esperándote, esa merendola, esos churros al “estilo Hanini”, esos pankekes con nocilla y esas gentes dándote todo su calor...

Hay muchas formas de viajar, pero seguro que si lo hacemos de forma solidaria, disfrutaremos aún más.




Arantza del Moral/ Agosto´14

jueves, 10 de julio de 2014

Una enfermera en el valle Tessaout

Es evidente que las experiencias que no se planean, las que los miedos no ponen límites a nuestras capacidades, las que nos hacen abandonar las cosas mundanas, son las que de alguna forma consiguen transformar algo de nosotros, de nuestra existencia, de nuestra vida.


Una enfermera novata en Ifoulou, en un mundo desconocido ante una labor nunca realizada donde la prioridad antes de partir era intentar ser útil a la Fundación, a Juana y sobretodo, a sus gentes.


Días intensos sin tregua a las emociones, a la sensibilidad, donde la empatía era nuestra mejor herramienta y a partir de aquí todo fluía, cada consulta, cada paciente, cada historia, de esas que no dejan impasible a uno, situaciones dramáticas ocasionadas por el bocio, niños carentes de comodidades y cuidados realizando duros trabajos físicos, en riesgo continuo ante los accidentes domésticos: como quemaduras provocadas por el fuego, caídas, sellados con la marca en su cuello de sus progenitores, mujeres pudorosas de baja autoestima que con la maestría de Juana y de nuestra increíble traductora Hafida, eran llevadas entre risas a expresar confidencias, haciéndonos sabedoras de las necesidades más inmediatas para su bienestar, mujeres fuertes, aparentemente sanas, a la espera de que la marca por excelencia “el  bocio” hiciera mella en su salud, viviendo bajo el conformismo de la supeditación que desde la infancia llevan perennes, no por ello las hace menos interesantes y menos válidas, todo lo contrario, ellas son las únicas capaces de conseguir que las cosas se transformen porque ellas son las cuidadoras principales y en ellas recae el peso de la concienciación, recibían consejos de prevención de salud, la importancia de ingesta adecuada de líquidos, de sal yodada, asentían con un chasquido que de ninguna manera pensaba yo que era un “sí” en nuestro idioma, más bien consideraba un efecto secundario del hipertiroidismo!!!, Juana se partía cuando se lo contaba, furqui, furqui!!. Esos hombres bañados por el polvo blanco de la nueva carretera provocando hemorragias nasales, problemas respiratorios y articulares. Por desgracia no puedo mencionar a los ancianos porque casi no hay, excepto el solitario, el que consiguió implicar a todo el grupo sanitario con la intención de mejorar su mugre vivienda, gracias a todas/os por vuestra ayuda y compañía en mis salidas a realizarle la cura, conseguimos curarle los ojos y que sintiera calor humano.





¿Qué sanidad se puede practicar sin medios técnicos, sin abanico de fármacos de estos de alta gama que tenemos en nuestro mundo, sin aparatos que confirmen un diagnóstico? ¿Qué enfoque terapéutico es el apropiado? Todo un misterio resuelto en mis días en el campo de trabajo y con el paso del tiempo. Realmente no hace falta enfoque, tan sólo una atención continuada sencilla como cualquier consulta nuestra, con técnicas de reforzamiento de aprendizaje, talleres, etc., porque a pesar de ser un pueblo que bastante tiene con sobrevivir en un terreno hostil, sus limpias miradas, sus sonrisas, su humildad  expresan la mejor salud que se puede tener, la armonía!!. 
Penita de dejarlos y tener que marchar, con la esperanza de que algún día pueda volver y colaborar con la Fundación y su gran obra, un importante logro conseguido que tengan agua en sus casas, enhorabuena por todo lo que hacéis.
Agradecer a cada uno de los componentes del grupo por estos días imborrables en mi mente y corazón, un gran equipo humano que de forma altruista dedica su tiempo en que un rinconcito del mundo amanezca un rayo de luz y esperanza.   

Gracias por todo. Gracias Ifoulou por enriquecerme.  

Mª José (enfermera).
María José (a la izquierda) con al equipo sanitario y Jamal,
amigo de aG y traductor, durante el pasado Campo de Trabajo.

jueves, 3 de julio de 2014

El agua caliente cada vez más cerca de las casas de Ifoulou

Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada. Nelson Mandela

Los que vivimos aquí, en esta parte que llaman Primer Mundo, con tan solo girar la palanca del grifo hacia la derecha o la izquierda obtenemos agua potable a la temperatura deseada. La experiencia que compartí la pasada Semana Santa en el campo de trabajo que desarrolló aG en el Valle del Tessaout, en el seno de un espectacular escenario, el alto Atlas marroquí, me brindó la oportunidad de conocer de primera a mano el día a día de los habitantes de la zona, y pude tomar conciencia de cómo este sencillo gesto suponía allí un arduo trabajo. Lo que para nosotros es un cómodo ejercicio de apenas unos segundos, para las mujeres del valle se traducía en una tarea mucho más complicada y severa.  
Para conseguir agua las mujeres tenían que subir desde el río hasta sus casas con grandes y pesados bidones de plástico a sus espaldas. Curvaban sus cuerpos formando un ángulo de prácticamente 90º y los sostenían tirando con una sola mano de una cuerda atada al envase. La velocidad con la que “trepaban” el valle, de barro, de piedra, totalmente irregular, con calzados muy deteriorados que dejaban sus pies al descubierto, era impactante. Para conseguir calentar esa agua habían de cargar, del mismo modo, troncos de leña con los que hacer fuego. En este caso no bajaban al río, sino que ascendían, de una forma aún más temeraria, por altos riscos de donde obtenían la leña. Me gustaría mostrar una imagen. No lo hago por respeto a las mujeres del valle. Ellas piden que no se las fotografíe, siguiendo la instrucción de sus maridos desde el momento en que se prometen. 
Fer, conocedor de este escenario, tiene una idea: elaborar un panel térmico-solar con el que calentar agua y colocarlo en el tejado de la casa de su gran amigo Abdullah. Abdullah es el promotor de salud de la aldea de Ifoulou y sabe que, si este piloto da buen resultado, él se encargará de explicárselo a los hombres del pueblo para que todas las casas puedan calentar agua.
Con este plan en mente, unas semanas antes del campo de trabajo, diseñamos la placa térmico-solar: buscamos vídeos y documentos en internet en los que se muestran experiencias similares; analizamos qué materiales pueden ser más eficaces, siempre teniendo en cuenta que han de ser asequibles y accesibles para la gente del valle; hacemos una cuantas cuentas y buscamos un termómetro con el que tomar medidas. 

Una vez en Demnate, compramos el material necesario y lo transportamos hasta el valle, y con ayuda de nuestras compañeras del campo de trabajo, a la casa de Abdullah, en Ifoulou.






Allí nos reciben su mujer, Fatma, y su hija mayor, Fahima, muy hospitalarias, como la gente del valle acostumbra a ser con sus visitas. Nos invitan a que nos sentemos en una salita en la que nos preparan té y nos ofrecen pastas.


Fahima, que nunca pierde la sonrisa, se muestra expectante. A juzgar por su cara de sorpresa, estoy segura de que se pregunta qué hemos ido a hacer a su casa. Con ayuda de nuestro amigo e intérprete Hafid, se lo explicamos. Vamos a intentar que su casa tenga agua caliente. De pronto, un brillo que habla por sí solo inunda sus ojos. Ella lo acompaña de una exclamación: “¿¿De verdad??”. Y yo siento un vuelquecito por dentro con el que termino de comprender el sentido de nuestra visita al valle. 


Más tarde nos acompañan, a través de una escalera muy angosta por la que a mí me cuesta subir pero por la que ellas suben con total destreza cargando leña a sus espaldas, al tejado de la primera planta. Allí comenzamos a trabajar en el panel térmico-solar. La vista es increíble. A nuestros pies tenemos el río Tessaout, y debemos tener cuidado de no poner un pie fuera del tejado y caer al vacío.

En primer lugar, medimos y cortamos las tablas de madera para formar la base y los laterales del panel, que unimos mediante clavos. Fahima y su hermano menor, Nordin, observan lo que hacemos. Fieles aprendices, nos ayudan por iniciativa propia. 








A continuación, con ayuda de Rosa, aplicamos cola en las uniones de las tablas, para evitar que el calor se escape,  
y pintamos toda la superficie de color negro, con objeto de facilitar la absorción de la energía. Una vez seca la pintura, grapamos un plástico en la base del panel para retener el calor en su interior lo máximo posible. Seguidamente, Lucía nos ayuda a colocar un tubo de PVC en forma de espiral dentro de la estructura, para lo cual hacemos orificios sobre la madera con un taladro e introducimos trozos de alambre que hacen de sujeción.

Por último, grapamos un plástico en forma de tapa en los laterales del panel, para provocar el efecto invernadero. Hubiera sido más eficaz colocar un cristal, pero este recurso es más costoso.  

Tras varios días en que compaginamos el trabajo en el panel con otras actividades, éste ya está terminado. Con ayuda de Jorge lo subimos al tejado de la segunda planta, donde introducimos agua en el tubo con una tetera.


Después de varias horas al sol, medimos la temperatura que éste alcanza. El resultado es positivo. Pero es necesario que llegue el agua a casa de Abdullah para poder comprobar que el líquido fluye a través del panel. Éste necesita conectarse a una fuente con cierta presión para que funcione 








A lo largo del campo, aG trabaja junto con los hombres del pueblo para que el agua del pozo de Ifoulou sea bombeada hasta el depósito situado en altura, y de allí a todo la aldea, apoyándose en un generador eléctrico que llevamos al valle desde Madrid. Este logro, que describo rápidamente, marcará un antes y un después en la aldea, ya que tras nuestra marcha, empezarán a introducir el agua en las casas, con el inminente beneficio en la salud de las mujeres de Ifoulou y mejora de la calidad de vida de todos sus habitantes. Las mujeres ya no tendrán que subir del río cargadas con agua a sus espaldas y todos los habitantes dispondrán de agua corriente en casa para su higiene.


El día en que finaliza el campo de trabajo y hemos de dejar Ifoulou, el agua todavía no ha llegado a las casas del pueblo. Así que, con ayuda de Abdu, miembro de aG que colabora desde Marruecos, explicamos a Abdullah lo que debe hacer para conectar el panel al grifo, cuando ya dispongan de agua en casa. En aquel momento, todos pensamos: “Ójala esto suceda pronto”…. hoy día, esto ya es una realidad, sucedió dos semanas después de nuestra vuelta a Madrid. 
La semana pasada Abdu llamó por teléfono a Abdullah y le preguntó  si el panel térmico estaba dando resultado. Éste contesto que el agua se calienta lo suficiente como para poder preparar té y darse una ducha. ¿¿De verdad?? 

Por un lado, no pude evitar emocionarme al conocer esto. Por otro, sabemos que las personas del valle son agradecidas, tanto como para darnos una noticia que mantenga nuestra ilusión viva. Hasta que alguno de nosotros pueda viajar al valle para comprobarlo, me ilusiono pensando que Fahima y sus hermanos ya pueden ducharse con agua caliente, y que ella ya no tiene que cargar leña a sus espaldas.  Si no es así, “Ójala esto suceda pronto”…

Sonia Pérez-Vázquez
Voluntaria de aG durante el campo de trabajo 2014 en el Valle  del Tessaout.



Nota: A día de hoy, el agua corriente llega ya a todas las casas de Ifoulou.
Nota: Esta semana o la próxima, un miembro de aG visitará el valle, y comprobará personalmente el funcionamiento de este experimiento solar de Agua Caliente.

jueves, 22 de mayo de 2014

Un odontólogo en el Tessaout... aún queda mucho camino por recorrer.


 Nunca olvidaré esta semana que pasamos en el Valle. 

Quizás tuvo esa magia que otorgan las primeras veces, o quizás la magia sea perpetua en este lugar tan remoto.


En el rol que desarrollé como odontólogo, fueron cinco días de intenso trabajo. La alimentación en el valle se basa fundamentalmente en carbohidratos, por lo que el porcentaje de población con caries es alarmante.El tratamiento de todas las piezas era el mismo: exodoncia. Y era éste porque no teníamos los recursos necesarios para “empastar” aquellos dientes que tenían una solución mucho menos drástica.

Resulta imposible olvidar las miradas de agradecimiento que rompían la barrera del lenguaje entre aquellos pacientes y yo; a los traductores, capaces de traducir no sólo palabras, sino también la calma y tranquilidad tan necesaria en esos momentos, y a todos los que pusieron toda la voluntad y el empeño necesario para ayudar al equipo de odontólogos en situaciones en las que nos vimos desbordados (Yola, Mikel, Arantza, Gracias de nuevo!).

Y ahora que hay electricidad en el valle, las restauraciones dejan de ser un imposible, por eso es necesaria la colaboración de todos, para que a esos niños del valle jamás les falte una sonrisa.

Antes de despedirme, quisiera agradecer a todos y cada uno de los integrantes de la fundación aG por el trato recibido desde el primer día, y darles mi enhorabuena por todo lo que han hecho hasta ahora. De verdad, me quito el sombrero con vosotros.

Y es que a pesar de que todo lo que hemos andado, aún queda mucho camino por recorrer, y desde aquí puedo aseguraros que nunca os faltarán mis pies.

Abrazos,

Pablo Repiso.

Artículo escrito por Pablo Repiso, odontólogo voluntario que ha trabajado con aG durante el Campo de Trabajo de Semana Santa 2014 en el Valle del Tessaout, Azilal, Marruecos.

jueves, 8 de mayo de 2014

Salud y vida en las aulas del Valle



Redouan, Fatima, Nora, Abdelhakim y todos sus compañeros del aula infantil de Ifoulou ya pueden lavar sus manos, su cara y los dientes todos los días en la Casa Comunal que aG inauguró en el 2010. Casi como un milagro el agua salía en los lavabos, por fin, después de varios años peleando por ello, y todos nos emocionamos. El agua ya es una realidad y todos, grandes y pequeños, mejorarán las condiciones de vida, mejorará su higiene y su salud. Ya no tendrán que cargar con grandes garrafas de agua a sus espaldas desde el río ladera arriba hasta sus casas. Y además, las niñas dispondrán de más tiempo para estudiar.

El equipo de voluntarios y  traductores siendo observados
Desde aquí, Pilar, Charo, Marta, profesoras de La Cabrera en Madrid, y yo llevábamos un par de meses preparando nuestro viaje de Semana Santa al valle. Todas teníamos muchas ideas e ilusiones, además, para ellas era la primera vez que viajaban con aG y, como no podía ser de otra manera, se han enamorado de los niños y de las gentes de valle de Tessaout. El trabajo de este año iba a estar centrado en que los niños fueran los verdaderos protagonistas del aula, que la hicieran suya. Cada uno de ellos tuviera su lugar único y que todos se sintieran orgullosos de asistir todos los días a clase.

Junto a las nuestras maestras del valle, Khadiya y Rekeya
Por suerte, nos encontrarnos con unas maravillosas y encantadores maestras, Khadija y Rekeya que dan clases de infantil en Ifoulou y en Azarzam y que estuvieron siempre a nuestro lado demostrando el cariño hacia sus alumnos y el interés e inquietud por aprender cosas nuevas. Son auténticas heroínas: se pasan todo el duro invierno solas dando clase en las condiciones mas adversas que uno pueda imaginar y luchando contra cualquier circunstancia. 


Es una suerte, para todos nosotros, voluntarios y miembros de aG poder cortar con la rutina diaria y encontrar un poco de sentido a muchas de nuestras cosas: llegas al valle y te encuentras con la alegría de todos los niños dispuestos a jugar contigo. Se lavaron en el río. Nuestros voluntarios Susana, Kenza, Rosa y el resto jugaron al fútbol, a la comba, hicimos plastilina casera con harina y sal, murales con pinturas de dedos y ceras, … Y, entre juego y juego, dejamos preparada el aula: ahora tienen una pizarra para que ellos puedan expresarse libremente; cada niño se hizo un saquito donde guardar su vaso y su correspondiente cepillo de dientes. Finalmente, montamos otro espacio para que cada niño marcara todos los días sus asistencia al aula, algo un poco complicado de conseguir allí.



Voluntarios trabajando en Azarzam
Todo ha salido muy fluido gracias a la buena disposición de nuestros voluntarios: acudimos a Azarzam y mientras Sandra, Inma y yo preparábamos las actividades, Yolanda e Isabel jugaban al aire libre con ellos. En la modesta aula de Azarzam dejamos un mural con pollitos pintado por todos los niños. Y por la tarde con todos los problemas tecnológicos en contra, por fin, pudieron ver “Spirit” de nuevo desde una minúscula Tablet. Fue impresionante ver a casi 40 niños en un aula de 2x4 m mirando una pantallita de 6’ y sin moverse durante toda la película.



Khadija jugando con sus alumnos de Ifoulou

Ha sido una semana mágica: los traductores se han compenetrado y comprometido con nuestro proyecto y los voluntarios han vivido de cerca todo lo que con pasión todos les contábamos de nuestro querido valle. Y todos han vuelto también enamorados de él. Desde aquí quiero dar las gracias a todos por poner este pequeño grano de arena para mejorar la calidad de vida de estos niños y de las gentes del Valle de Tessaout.