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martes, 8 de mayo de 2018

El agua sigue llegando a más aldeas y casas del valle Tessaout.

Hace 9 años, en el 2011, la fundación Acción Geoda inaguró su primer proyecto de agua en la aldea de Azerzem. Tanto para nosotros, como para la aldea y el valle Tessaout fue un hito sin precedentes porque era el primer proyecto de agua dicho llevado a cabo en dicho valle.

Lavadero Tamgansift
Un año después inaguramos un segundo proyecto de agua en las aldeas de Ifolou e Irbran. Dicho proyecto estuvo un año en funcionamiento hasta que en noviembre del 2012 las mayores riadas del siglo en Marruecos enterraron el pozo bajo toneladas de piedras y lodo. Por este motivo tuvimos que volver a reconstruirlo en un lugar más seguro aunque necesitamos otros dos años para recaudar los fondos, construirlo y volver a llevar el agua a ambas aldeas. Esta incidencia nos retrasó el poder llevar agua a nuevas aldeas.

A partir del año 2015 las cosas comenzaron a cambiar para el valle y para aG. Entramos en contacto con varias ongs y empresas privadas que se interesaron en Ag, nos financiaron varios proyectos de agua y para finales de este mes ya serán 12 aldeas y 10.000 personas a las que habremos llevado el agua potable.

Lavadero Tiftich
Y no solo eso, sino que está previsto que para este año 2018 otras 6 o 7 aldeas y otras 5.000 personas tengan agua potable en sus casas.

Además desde el año 2017 tenemos una novedad, y es que en algunas de las aldeas, además de proporcionarles agua potable, construimos unos lavaderos que incluyen una caldera para calentar el agua y que así las mujeres puedan lavar también en los duros y fríos meses de invierno. Dichos lavaderos no solo facilitan la labor de limpieza de la ropa, sino que además evitan la contaminación de los ríos ya que los detergentes utilizados son luego depurados mediante sistemas naturales de filtrados. Ante el éxito de tal iniciativa intentaremos instalar nuevos lavaderos en alguno de los nuevos proyectos de agua que la fundación Acción Geoda llevará a cabo este año y en años venideros.

Lavadero con la caldera al fondo.

martes, 21 de noviembre de 2017

Te proponemos un reto: EDUCACIÓN PARA CAMBIAR LA VIDA

Entre la resaca de Black Friday y el Cyber Monday, llega el acontecimiento más solidario, el Giving Tuesday, o martes solidario, que tendrá lugar el próximo martes 28 de noviembre en su tercera edición en España.

PERO, ¿QUÉ ES GIVING TUESDAY?

#GivingTuesday es un movimiento global que quiere incentivar y multiplicar las buenas acciones de las personas. El objetivo es dedicar un día en todo el mundo a celebrar la acción de dar. Se busca movilizar a todos los ciudadanos, familias, organizaciones y empresas para que contribuyan en este día mundial de la donación, con el objetivo final de expandir la solidaridad los 365 días del año.

La iniciativa proviene de Nueva York, donde nace en el 2012 como alternativa a los días previos, conocidos como Black Friday y Cyber Monday, que promueven las compras antes de Navidad. En su primera edición, miles de organizaciones y personas se unieron para colaborar en acciones solidarias. A España llegó en el 2015, consiguiendo un total de 405.000€ destinados a más de 260 proyectos sociales, y 982 personas donaron sangre por primera vez. El movimiento tuvo una repercusión en medios muy elevada y consiguió ser trendic topic durante 5 horas.

FUNDACIÓN ACCIÓN GEODA TE PROPONE SU PROYECTO DE DONACIÓN

Aprovechando esta ola de generosidad y solidaridad Fundación Acción Geoda presenta su proyecto, EDUCACIÓN PARA CAMBIAR LA VIDA, para que nos ayudéis a inaugurar un nuevo espacio educativo y ludoteca para niños y niñas y para la alfabetización de mujeres en el Valle de Tessaout. Lo recaudado irá destinado a la construcción de dicho espacio, la dotación con el material mobiliario y didáctico necesario y para la formación y salario de una maestra.

El Proyecto Tessaout avanza día a día: Hemos pasado, en tan sólo 2 años, de trabajar de 3 aldeas a 25. Nuestros proyectos de Agua e Infraestructuras avanzan vertiginosamente y 12 aldeas tendrán ya agua en sus hogares a finales de este año. El de Sanidad en 2017 ha batido un récord con 3 caravanas desplazadas al valle.

Y el Proyecto de Educación tampoco se queda atrás. En el presente curso escolar disponemos de 9 aulas de infantil y alfabetización de mujeres en 7 aldeas con sus correspondientes 9 maestras. Pero continuamente recibimos peticiones para abrir nuevos espacios, nuevas aulas.

¿PORQUE NECESITAMOS TU AYUDA?

aG es una ONG muy modesta en la que todos somos voluntarios que trabajamos por y para los proyectos y para la gente del Valle del Tessaout. La financiación que recibimos procede de donaciones, fiestas, actividades diversas y concursos a los que nos presentamos. Apenas recibimos financiación pública, por lo que, habitualmente, hasta que no disponemos de la cantidad presupuestada para los proyectos, por ejemplo un pozo para cualquier pueblo, no los ejecutamos.

En el caso del Proyecto de Educación necesitamos un presupuesto anual fijo para mantener lo que hasta ahora tenemos y para poder clonarlo a otras aldeas del valle. Es por ésto que necesitamos tu ayuda.

Es tu pequeño grano de arena que puede hacer que la EDUCACIÓN EN EL VALLE llegue a más beneficiarios y podamos dibujar una gran sonrisa en sus caras. 

Y piensa, en el fondo, ¿qué son para ti 10€?. Allí,en Marruecos, en el Valle de Tessaout, muchísimo.

Entra y dona ya:
https://www.migranodearena.org/reto/17399/educacin-para-cambiar-la-vida

miércoles, 22 de marzo de 2017

22 de marzo, Día Internacional del Agua

No resulta extraño que en un sistema mundial que se perpetúa parcheando sus propias contradicciones sus habitantes se vean abocados al hecho de sobrevivir entre incoherencias, aceptando el absurdo y la paradoja como elementos inherentes a la propia existencia.

Hoy 22 de marzo, Día Mundial del Agua, celebramos que los organismos internacionales se impliquen activamente en la visibilización de un problema que afecta a buena parte de la población mundial. No es una cuestión baladí que la determinación y la audacia con la que lo afrontemos condicionará la vida de las generaciones presentes y futuras.

La escasez de agua potable y de saneamiento es la causa principal de enfermedades en el mundo. La mortandad en la población infantil es especialmente elevada. En los países en vías de desarrollo, más del 90% de las muertes por diarrea a causa de agua no potable y falta de higiene se producen en niños y niñas menores de cinco años. Unos 4.500 niños y niñas mueren a diario por carecer de agua potable y de instalaciones básicas de saneamiento.

Y la carencia de agua saneada afecta principalmente a las poblaciones pobres y rurales. Más de 850 millones de personas no tienen acceso suficiente a agua potable. El uso medio de agua por persona/día es de 200 a 300 litros en la mayoría de los países europeos, frente a los menos de 10 litros en los países en vías de desarrollo. Por término medio, las mujeres y niñas de los países en vías de desarrollo, caminan seis kilómetros al día transportando 20 litros de agua, lo que reduce el tiempo que podrían utilizar para otro trabajo productivo, o para que las niñas asistan a la escuela. Las enfermedades transmitidas por el agua elevan notablemente los índices de absentismo escolar entre los sectores de la población más desfavorecidos.

El 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos.

El Objetivo de Desarrollo número 6 se basa en garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos, incluye la meta de reducir a la mitad la proporción de agua dilapidada y aumentar su reciclaje.

Uno de los focos principales de actuación de la Fundación Acción Geoda, se basa en dotar de las infraestructuras necesarias para facilitar el acceso a un agua limpia y saneada a los pueblos del valle del Tessaout, en el Alto Atlas marroquí, fomentando a su vez  el fortalecimiento y el desarrollo de las instituciones comunales, que aseguren la viabilidad de los proyectos, implicando a los pueblos en la gestión de sus propios recursos.
Los habitantes de las aldeas trabajan en la construcción de zanjas y depósitos, instalan los contadores en las casas, y gestionan a través de las asociaciones locales, el pago de las cuotas que permiten la sostenibilidad del suministro y el mantenimiento de las infraestructuras. En algunas de dichas aldeas, ha sido necesaria la construcción de pozos para acceder a tan preciado recurso.

La cooperación entre Acción Geoda, las entidades colaboradoras que contribuyen posibilitando la financiación de los proyectos, y los propios habitantes del valle han permitido dotar de un fácil acceso a agua potable, a más de 3000 personas, incluyendo a los pueblos de Ifoulou, Irbran, Azzerzem, Taznakt y Toufghine.

Próximamente, otras 700 personas de las aldeas de Tiftich e Imi n Tizgui, mejorarán notablemente sus condiciones de vida, a través de las acciones que posibilitarán que tengan acceso a un agua potable y limpia, sin necesidad de realizar largos y pesados desplazamientos.

Uno de los objetivos de Acción Geoda, es seguir trabajando mano a mano con los habitantes del Tessaout, expandiendo el foco de actuación a nuevos pueblos del valle, y perseverando en una línea de cooperación, que asegure la viabilidad y sostenibilidad de la gestión local del acceso y suministro a un bien imprescindible para la realización de la propia vida.

Desde nuestra Fundación, también queremos señalar, que no es posible solucionar el problema del derecho humano al agua, si el sistema mundial no encara sus propias contradicciones. Celebramos que los organismos internacionales, consideren que  la carencia de agua potable es un problema central en el mundo actual. No obstante, la cuestión será irresoluble, mientras no repensemos las implicaciones inherentes a un sistema económico voraz, que en su continuo afán expansivo, ha puesto su foco en la mercantilización de un recurso imprescindible para la supervivencia.

El “oro azul” se ha convertido en una inversión financiera de alta rentabilidad. Su carácter finito y necesario, ha contribuido a que grandes multinacionales se estén centrando en monopolizar el suministro de agua en todo el mundo. El FMI y el Banco Mundial, instituciones que forman parte de las Naciones Unidas, han obligado a multitud de países, a privatizar el agua, como condición imprescindible para asegurar su financiación.
Peter Brabeck-Letmathe, presidente del grupo Nestlé, líder mundial de venta de agua embotellada, considera que: “ el agua no es un derecho, debería tener un valor de mercado y ser privatizada”.

El acceso y el suministro del agua ha constituido una histórica fuente de conflictos, en ocasiones enmascarados de cuestiones étnicas o políticas. Sin duda, no encarar con firmeza el problema del agua, generará conflictos y acentuará las desigualdades en tiempos cercanos.

Nos felicitamos por la celebración de este día, pero también remarcamos la incoherencia de no señalar cuestiones nucleares del problema.




miércoles, 21 de diciembre de 2016

¿Cómo algo pequeño se hace de repente grande?. XXII Premio Natura

Un miércoles por la mañana a finales de noviembre recibí una llamada.


- Hola, ¿Diego Herrero?

- Sí, soy yo, ¿quién es?

- Soy Paula Cuesta de la empresa Natura. Te llamo para decirte que habéis resultado ganadores de los premios de este año y ver si el próximo 16 de diciembre podríais pasaros por nuestra sede en Barcelona para recoger el premio.

- ¿Queeeeee, que hemos ganado? No me lo puedo creer. ¡Qué alegría me acabas de dar, no sabes lo que esto significa para nosotros!

- Me alegra mucho, entonces te esperamos en nuestras oficinas el día 16 a las 13 hs.

- Ok, allí nos vemos, gracias…

Pasan los días, llega el día 16, cojo el Ave a Barcelona, llego a las oficinas de Natura y ya sólo con echar un vistazo a las mismas me doy cuenta de que son diferentes: Espacios abiertos, decoración zen y un perrillo, mascota de alguno de los miembros de dicha empresa, pululando libremente por la oficina. Y allí me encuentro esperando hasta que cordialmente me reciben en nombre de toda la empresa, tres encantadoras mujeres que con una sonrisa permanente me demuestran que están casi tan felices con el premio otorgado como lo estoy yo.

Durante el encuentro en una sala luminosa y acristalada me hacen varias preguntas interesándose mucho sobre cómo empezó la Fundación Acción Geoda y sobre el proyecto Tessaout en general. Y tras escuchar atentamente, son ellas las que pasan a explicarme el proceso de elección. Y aquí es donde me entero de que para los premios Natura del 2016 se han presentado 150 aplicaciones, que han contratado a una empresa externa para que valorara a los que según ellos eran los 10 mejores, y que estos 10 proyectos finalistas fueron enviados a los aproximadamente 1000 empleados de Natura para su votación. Y me cuentan que nuestro proyecto ha gustado mucho, ha ilusionado y emocionado a muchos de ellos y que por este motivo hemos ganado los Premios Natura 2016 junto con otras 2 Ongs: nada más y nada menos que Médicos del Mundo y Fundación Educo.

Y es entonces cuando para mí y para todos mis infatigables compañeros de Ag, nosotros que somos pequeños, nos hacemos de repente grandes. No ya solo por el importe del premio, que irá para la construcción de un proyecto de agua, sino porque el que hayamos sido elegidos, primero por una empresa externa, y luego por los propios empleados de Natura nos llena de esperanza. Para Ag, una pequeña fundación compuesta por amigos y voluntarios al 100% y que lucha sola en medio de las imponentes montañas del Alto Atlas Marroquí por mejorar las condiciones de vida de los habitantes de aquella zona indómita, ser reconocidos, valorados y premiados por tantas personas anónimas es el impulso que necesitamos en medio de todas las tribulaciones y dificultades por las que a veces pasamos.

Así que muchas gracias Natura, no ya solo por la ayuda económica sino también por la fuerza, la esperanza y el valor que este premio nos infunde para el futuro.


Diego Herrero
Fundación Acción Geoda    

Los PREMIOS NATURA fueron creados en 1994 para colaborar con proyectos de ayuda humanitaria o protección de la naturaleza.





martes, 1 de marzo de 2016

Nuestra lucha en el valle contra el bocio: Sal Yodada


El yodo es un mineral muy importante para nuestra salud puesto que es el encargado de la actividad hormonal del organismo, especialmente de la hormona tiroidea, que es la que interviene en el funcionamiento de la glándula tiroides. Así, el yodo se hace imprescindible para el crecimiento, el desarrollo y buen funcionamiento de nuestros órganos, la actividad del metabolismo, y, al mismo tiempo, para evitar problemas como el hipotiroidismo. Es un componente esencial de nuestra dieta.

¿Por qué es importante el yodo?


Porque es fundamental para el desarrollo de las hormonas en el organismo y su deficiencia en el embarazo puede ser el causante del retraso mental en los niños. La ausencia del yodo en la alimentación da lugar a enfermedades como el bocio (agrandamiento de la glándula tiroidea) hipotiroidismo (glándula tiroidea hipoactiva) y problemas en el embarazo (abortos, partos prematuros y anomalías congénitas en los bebés).
Si esta deficiencia de yodo es continua, los efectos secundarios pueden ser más o menos graves, como por ejemplo, piel seca, pérdida del cabello, fatiga extrema o reflejos lentos. Pero además, puede provocar obesidad y ésta conducir a problemas de diabetes.

¿Dónde podemos encontrar yodo?

En alimentos como en los productos lácteos (leche, yogurt, queso...), pescados (no de río) como el arenque, bacalao, sardinas…, huevos, lentejas y algunas frutas y verduras (naranja, espinaca, acelga, judía verde…), y, sobre todo, en la sal yodada. La ingesta de estos alimentos en la dieta diaria es fundamental
El tratamiento de la deficiencia de yodo, con la introducción de la sal yodada ayuda a reducir el número de casos en las zonas de alto riesgo.

Según el informe de UNICEF del Estado Mundial de la Infancia 2015, el consumo de sal yodada es de un 75% a nivel mundial, mientras que en Marruecos tan sólo es del 21% cifra que se incrementará considerablemente en las zonas montañosas y aisladas como en el caso del Valle de Tessaout.

La deficiencia del yodo constituye la principal causa de daño cerebral y de retraso mental a nivel mundial, a pesar de que es la más fácil de prevenir. Por esta razón, es muy importante tener en cuenta la necesidad de una alimentación equilibrada, que proporcione los nutrimentos requeridos para evitar este tipo de padecimientos.


Los niños son muy vulnerables a la deficiencia de yodo, generalmente se ven afectados por el bocio, el cual se incrementa con la edad y alcanza su máximo desarrollo durante la adolescencia. Esta enfermedad también es una manifestación típica en los adultos que carecen de este elemento, la cual afecta en mayor cantidad a las mujeres que a los hombres. A nuestras caravanas médicas se han acercado mujeres y niñas de pocos años con avanzados casos de bocio.

En Ifoulou y todo el valle del río Tessaout la población presenta muchos rasgos de hipotiroidismo. Al ser una zona de montaña y aislada, las campañas del gobierno sobre la utilización masiva de sal yodada todavía no han dado los frutos deseados y el consumo de sal se realiza sin estar esta enriquecida por este elemento.

¿Cuál es la línea de actuación de Acción Geoda?

El área de Sanidad, en cada una de las caravanas médicas que se han realizado en el valle, ha impartido talleres sobre la sal yodada y sobre cómo evitar el bocio. Se ha invitado a que se venda y compre sal yodada en el mercado de Ifoulou. Y también se ha enseñado a cocinar tajines con sardinas que aunque es un sabor no muy familiar les puede ayudar en una dieta más rica en yodo.

Acción Geoda, se ha propuesto que este consumo llegue al 100% de los hogares del valle, pues además de mejorar la salud de todos los habitantes es una garantía de desarrollo.


jueves, 3 de julio de 2014

El agua caliente cada vez más cerca de las casas de Ifoulou

Una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada. Nelson Mandela

Los que vivimos aquí, en esta parte que llaman Primer Mundo, con tan solo girar la palanca del grifo hacia la derecha o la izquierda obtenemos agua potable a la temperatura deseada. La experiencia que compartí la pasada Semana Santa en el campo de trabajo que desarrolló aG en el Valle del Tessaout, en el seno de un espectacular escenario, el alto Atlas marroquí, me brindó la oportunidad de conocer de primera a mano el día a día de los habitantes de la zona, y pude tomar conciencia de cómo este sencillo gesto suponía allí un arduo trabajo. Lo que para nosotros es un cómodo ejercicio de apenas unos segundos, para las mujeres del valle se traducía en una tarea mucho más complicada y severa.  
Para conseguir agua las mujeres tenían que subir desde el río hasta sus casas con grandes y pesados bidones de plástico a sus espaldas. Curvaban sus cuerpos formando un ángulo de prácticamente 90º y los sostenían tirando con una sola mano de una cuerda atada al envase. La velocidad con la que “trepaban” el valle, de barro, de piedra, totalmente irregular, con calzados muy deteriorados que dejaban sus pies al descubierto, era impactante. Para conseguir calentar esa agua habían de cargar, del mismo modo, troncos de leña con los que hacer fuego. En este caso no bajaban al río, sino que ascendían, de una forma aún más temeraria, por altos riscos de donde obtenían la leña. Me gustaría mostrar una imagen. No lo hago por respeto a las mujeres del valle. Ellas piden que no se las fotografíe, siguiendo la instrucción de sus maridos desde el momento en que se prometen. 
Fer, conocedor de este escenario, tiene una idea: elaborar un panel térmico-solar con el que calentar agua y colocarlo en el tejado de la casa de su gran amigo Abdullah. Abdullah es el promotor de salud de la aldea de Ifoulou y sabe que, si este piloto da buen resultado, él se encargará de explicárselo a los hombres del pueblo para que todas las casas puedan calentar agua.
Con este plan en mente, unas semanas antes del campo de trabajo, diseñamos la placa térmico-solar: buscamos vídeos y documentos en internet en los que se muestran experiencias similares; analizamos qué materiales pueden ser más eficaces, siempre teniendo en cuenta que han de ser asequibles y accesibles para la gente del valle; hacemos una cuantas cuentas y buscamos un termómetro con el que tomar medidas. 

Una vez en Demnate, compramos el material necesario y lo transportamos hasta el valle, y con ayuda de nuestras compañeras del campo de trabajo, a la casa de Abdullah, en Ifoulou.






Allí nos reciben su mujer, Fatma, y su hija mayor, Fahima, muy hospitalarias, como la gente del valle acostumbra a ser con sus visitas. Nos invitan a que nos sentemos en una salita en la que nos preparan té y nos ofrecen pastas.


Fahima, que nunca pierde la sonrisa, se muestra expectante. A juzgar por su cara de sorpresa, estoy segura de que se pregunta qué hemos ido a hacer a su casa. Con ayuda de nuestro amigo e intérprete Hafid, se lo explicamos. Vamos a intentar que su casa tenga agua caliente. De pronto, un brillo que habla por sí solo inunda sus ojos. Ella lo acompaña de una exclamación: “¿¿De verdad??”. Y yo siento un vuelquecito por dentro con el que termino de comprender el sentido de nuestra visita al valle. 


Más tarde nos acompañan, a través de una escalera muy angosta por la que a mí me cuesta subir pero por la que ellas suben con total destreza cargando leña a sus espaldas, al tejado de la primera planta. Allí comenzamos a trabajar en el panel térmico-solar. La vista es increíble. A nuestros pies tenemos el río Tessaout, y debemos tener cuidado de no poner un pie fuera del tejado y caer al vacío.

En primer lugar, medimos y cortamos las tablas de madera para formar la base y los laterales del panel, que unimos mediante clavos. Fahima y su hermano menor, Nordin, observan lo que hacemos. Fieles aprendices, nos ayudan por iniciativa propia. 








A continuación, con ayuda de Rosa, aplicamos cola en las uniones de las tablas, para evitar que el calor se escape,  
y pintamos toda la superficie de color negro, con objeto de facilitar la absorción de la energía. Una vez seca la pintura, grapamos un plástico en la base del panel para retener el calor en su interior lo máximo posible. Seguidamente, Lucía nos ayuda a colocar un tubo de PVC en forma de espiral dentro de la estructura, para lo cual hacemos orificios sobre la madera con un taladro e introducimos trozos de alambre que hacen de sujeción.

Por último, grapamos un plástico en forma de tapa en los laterales del panel, para provocar el efecto invernadero. Hubiera sido más eficaz colocar un cristal, pero este recurso es más costoso.  

Tras varios días en que compaginamos el trabajo en el panel con otras actividades, éste ya está terminado. Con ayuda de Jorge lo subimos al tejado de la segunda planta, donde introducimos agua en el tubo con una tetera.


Después de varias horas al sol, medimos la temperatura que éste alcanza. El resultado es positivo. Pero es necesario que llegue el agua a casa de Abdullah para poder comprobar que el líquido fluye a través del panel. Éste necesita conectarse a una fuente con cierta presión para que funcione 








A lo largo del campo, aG trabaja junto con los hombres del pueblo para que el agua del pozo de Ifoulou sea bombeada hasta el depósito situado en altura, y de allí a todo la aldea, apoyándose en un generador eléctrico que llevamos al valle desde Madrid. Este logro, que describo rápidamente, marcará un antes y un después en la aldea, ya que tras nuestra marcha, empezarán a introducir el agua en las casas, con el inminente beneficio en la salud de las mujeres de Ifoulou y mejora de la calidad de vida de todos sus habitantes. Las mujeres ya no tendrán que subir del río cargadas con agua a sus espaldas y todos los habitantes dispondrán de agua corriente en casa para su higiene.


El día en que finaliza el campo de trabajo y hemos de dejar Ifoulou, el agua todavía no ha llegado a las casas del pueblo. Así que, con ayuda de Abdu, miembro de aG que colabora desde Marruecos, explicamos a Abdullah lo que debe hacer para conectar el panel al grifo, cuando ya dispongan de agua en casa. En aquel momento, todos pensamos: “Ójala esto suceda pronto”…. hoy día, esto ya es una realidad, sucedió dos semanas después de nuestra vuelta a Madrid. 
La semana pasada Abdu llamó por teléfono a Abdullah y le preguntó  si el panel térmico estaba dando resultado. Éste contesto que el agua se calienta lo suficiente como para poder preparar té y darse una ducha. ¿¿De verdad?? 

Por un lado, no pude evitar emocionarme al conocer esto. Por otro, sabemos que las personas del valle son agradecidas, tanto como para darnos una noticia que mantenga nuestra ilusión viva. Hasta que alguno de nosotros pueda viajar al valle para comprobarlo, me ilusiono pensando que Fahima y sus hermanos ya pueden ducharse con agua caliente, y que ella ya no tiene que cargar leña a sus espaldas.  Si no es así, “Ójala esto suceda pronto”…

Sonia Pérez-Vázquez
Voluntaria de aG durante el campo de trabajo 2014 en el Valle  del Tessaout.



Nota: A día de hoy, el agua corriente llega ya a todas las casas de Ifoulou.
Nota: Esta semana o la próxima, un miembro de aG visitará el valle, y comprobará personalmente el funcionamiento de este experimiento solar de Agua Caliente.

jueves, 8 de mayo de 2014

Salud y vida en las aulas del Valle



Redouan, Fatima, Nora, Abdelhakim y todos sus compañeros del aula infantil de Ifoulou ya pueden lavar sus manos, su cara y los dientes todos los días en la Casa Comunal que aG inauguró en el 2010. Casi como un milagro el agua salía en los lavabos, por fin, después de varios años peleando por ello, y todos nos emocionamos. El agua ya es una realidad y todos, grandes y pequeños, mejorarán las condiciones de vida, mejorará su higiene y su salud. Ya no tendrán que cargar con grandes garrafas de agua a sus espaldas desde el río ladera arriba hasta sus casas. Y además, las niñas dispondrán de más tiempo para estudiar.

El equipo de voluntarios y  traductores siendo observados
Desde aquí, Pilar, Charo, Marta, profesoras de La Cabrera en Madrid, y yo llevábamos un par de meses preparando nuestro viaje de Semana Santa al valle. Todas teníamos muchas ideas e ilusiones, además, para ellas era la primera vez que viajaban con aG y, como no podía ser de otra manera, se han enamorado de los niños y de las gentes de valle de Tessaout. El trabajo de este año iba a estar centrado en que los niños fueran los verdaderos protagonistas del aula, que la hicieran suya. Cada uno de ellos tuviera su lugar único y que todos se sintieran orgullosos de asistir todos los días a clase.

Junto a las nuestras maestras del valle, Khadiya y Rekeya
Por suerte, nos encontrarnos con unas maravillosas y encantadores maestras, Khadija y Rekeya que dan clases de infantil en Ifoulou y en Azarzam y que estuvieron siempre a nuestro lado demostrando el cariño hacia sus alumnos y el interés e inquietud por aprender cosas nuevas. Son auténticas heroínas: se pasan todo el duro invierno solas dando clase en las condiciones mas adversas que uno pueda imaginar y luchando contra cualquier circunstancia. 


Es una suerte, para todos nosotros, voluntarios y miembros de aG poder cortar con la rutina diaria y encontrar un poco de sentido a muchas de nuestras cosas: llegas al valle y te encuentras con la alegría de todos los niños dispuestos a jugar contigo. Se lavaron en el río. Nuestros voluntarios Susana, Kenza, Rosa y el resto jugaron al fútbol, a la comba, hicimos plastilina casera con harina y sal, murales con pinturas de dedos y ceras, … Y, entre juego y juego, dejamos preparada el aula: ahora tienen una pizarra para que ellos puedan expresarse libremente; cada niño se hizo un saquito donde guardar su vaso y su correspondiente cepillo de dientes. Finalmente, montamos otro espacio para que cada niño marcara todos los días sus asistencia al aula, algo un poco complicado de conseguir allí.



Voluntarios trabajando en Azarzam
Todo ha salido muy fluido gracias a la buena disposición de nuestros voluntarios: acudimos a Azarzam y mientras Sandra, Inma y yo preparábamos las actividades, Yolanda e Isabel jugaban al aire libre con ellos. En la modesta aula de Azarzam dejamos un mural con pollitos pintado por todos los niños. Y por la tarde con todos los problemas tecnológicos en contra, por fin, pudieron ver “Spirit” de nuevo desde una minúscula Tablet. Fue impresionante ver a casi 40 niños en un aula de 2x4 m mirando una pantallita de 6’ y sin moverse durante toda la película.



Khadija jugando con sus alumnos de Ifoulou

Ha sido una semana mágica: los traductores se han compenetrado y comprometido con nuestro proyecto y los voluntarios han vivido de cerca todo lo que con pasión todos les contábamos de nuestro querido valle. Y todos han vuelto también enamorados de él. Desde aquí quiero dar las gracias a todos por poner este pequeño grano de arena para mejorar la calidad de vida de estos niños y de las gentes del Valle de Tessaout.