A la tercera siempre dicen que va la
vencida, y en este caso a mí me pasó....Era mi tercer viaje a Marruecos, más
concretamente al Valle del Tessaout, y esta vez sí que iba a ser, iba a patear
por fin el Atlas!!!
La primera vez fuí un poco expectante, no
había viajado nunca a Marruecos y quería saber cómo era su terreno, sus
costumbres, su gente y allí llegué con Jorge y con Hafid, al Valle del
Tessaout, a Ifoulou... que lugar más guapo por favor!!!!
En ese momento me dije, Aran... no sé
cuando va a ser, pero tú vas a andar por estos lares....
La segunda vez fuimos de boda, también a
Ifoulou, ahí hicimos un mini trekking, pues las lluvias habían inundado los
caminos, y tuvimos que llegar andando al pueblo....
Y a la tercera fue, en el Campo de
Trabajo 2014...
Yo lo tenía muy claro desde el principio,
de los proyectos varios que se iban a realizar, yo participaría en todos los
trekkings posibles, si, esto también era un proyecto, el de aGtrek...
aGtrek es un proyecto de viajes
solidarios, desarrollado con la participación de los beneficiarios del
ProyectoTessaout con el objetivo de impulsar su desarrollo.
Qué os voy a decir de los paisajes.... a
veces no sabes si estás en un escenario de la “Guerra de las Galaxias”, de la “Vida
de Brian” o si te vas a encontrar el portal de Belén.
No sabes si estás en Picos de Europa por
las pedreras que encuentras, esos manchones verdes en mitad de una ladera seca
son terrazas de cereal, verdes a más no poder, el contraste... hay que verlo,
no es descriptible, y hablamos de entre 3.000 y 4.000 metros de altitud. Donde
hay un chorro de agua, hay un hilo verde dando vida…
No sabes que es aquello que ves venir de
frente, eso que abulta muchísimo y se va moviendo encima de un puntito de color,
no lo sabes hasta que se acerca y te dice un “lebes” y ahí es cuando ves que es
una mujer portando leña... Dios!!! que fuerza debe tener y va con chanclas de plástico...
No sabes si la piedra del fondo es
piedra, niño, cabra, cordero o que es... pero mola acercarte a descubrirlo, por
el camino vas a encontrar todo esto... hasta en los sitios más remotos es
complicado bajarse el pantalón... siempre hay alguien que estaba por allí....
No sabes a veces si el árbol que estás
viendo en medio de un erial es enebro, sabina o que es.... el aire o las cabras…lo
han dejado pelado, pero te permite trepar por sus ramas aún contenidas...
Es tanto el contraste de paisajes que hay
que ir a verlo, esto no vale solo con leerlo...
Y cuando regresas de la pateada, ese té
esperándote, esa merendola, esos churros al “estilo Hanini”, esos pankekes con
nocilla y esas gentes dándote todo su calor...
Hay muchas formas de viajar, pero seguro
que si lo hacemos de forma solidaria, disfrutaremos aún más.
Arantza del Moral/ Agosto´14