martes, 17 de diciembre de 2013

Encontrar financiación en AG: ¿Misión imposible?


Como soy una de las personas encargadas de la financiación de Ag me ha tocado hablar de un tema un tanto escabroso y difícil.

Escabroso en primer lugar, porque se suele cumplir a rajatabla el refrán de “en casa del herrero, cuchillo de palo”.   Obviamente, cuando uno está en una ONG o Fundación, a las primeras personas a las  que se acude a pedir dinero es a los  familiares, amigos, y gente cercana. Y sorprende ver como muchos de ellos te miran como si el dinero te lo fueras a quedar tú.  Cuando ya se han convencido de que no es así, el porcentaje de ayuda es menos de un 20%.  Si, como lo oyes. Porcentaje, que es justamente inverso a que te llamen pesado, plasta, siempre con estás con lo mismo, etc. ¿Te imaginas que eso te sucediera a ti? No se lo deseo ni a mi peor enemigo. Y claro, tras unos primeros meses en los que te sientes aturdido,  abandonado, y apesadumbrado por el desplante general de “tus seres queridos”, llega la fase del: “ok, a ver en donde más puedo buscar financiadores o socios para AG”.

En la siguiente fase, miras todas las subvenciones públicas, por si sonara la flauta. Y entonces nos topamos con la maldita crisis, que en vez de buscar un mundo mejor, hace que las subvenciones públicas a las ONGS se reduzcan en hasta un 70%. Luego, el 25% restante se las suelen llevar las grandes, como casi todo en la vida. Y por fin te encuentras con ese 5% restante que es para los pequeñitos.  Pero resulta, que luego te lees las bases  de las convocatorias, y te piden que seas capaz de rascarte la nuca con el pelo número 23 de tu ceja izquierda, hablar 80 idiomas, y como no, tener una base espacial el Marte y Andrómeda como mínimo. O sea, que no te lo ponen naaaaada fácil. Ya se sabe, eso de ayudar al prójimo no vende mucho.
 
Así que al final, no nos queda más remedio que hacer mercadillos solidarios, en los que curras lo indecible para sacar algo de dinerillo, fiestas en las que algunas veces lo dueños de los locales nos timan y engañan, y estar escudriñando internet para ver si alguna empresa tiene RSC y nos ayuda de alguna forma.

Así que como veis conseguir ayuda económica para ayudar al prójimo no es nada fácil. Hace falta mucha paciencia, mucha tranquilidad y muchos momentos de tener que comerte el orgullo para ablandar el corazón de la gente y de las empresas para que nos quieran ayudar.  Porque, y yo me pregunto,  ¿de verdad es tan difícil dar 10 euros al mes a una ONG para mejorar el mundo? ¿Es posible que a empresas que facturan cientos de miles o millones de euros, les cueste tanto donar?. Pues debe de serlo, porque de tanto mirarnos el ombligo vamos a acabar todos con dolores cervicales por no poder mirar más allá. 

Menos mal que de entre todos estos problemas, siempre hay gente, asociaciones y empresas que son capaces de hacer algo.  Desde este blog quiero agradecer desde lo más profundo de mi corazón a todos nuestros socios que cada mes hacen su aportación para ayudarnos. También os doy las gracias en nombre de todo AG, a todos aquellos donantes anónimos que de vez en cuando os acordáis de nosotros.  A Otra Vida es Posible, no solo por vuestra ayuda económica, sino también personal. Al Rotary Club, por confiar en nosotros.  A algunas oficinas de la Caixa, que aunque sabemos que a veces somos un poco plastas, nos soléis echar una manilla. Y a la empresa farmacéutica Lilly España, ya que vuestra ayuda ha sido inestimable para poder terminar uno de nuestros proyectos de agua, que tanta falta hacían.


A veces la vida es rara y complicada, pero es norma común que los que persisten, suelan conseguir sus objetivos. Así que os comunico con gran alegría, que en AG somos muy cabezotas y persistentes, así que si te sientes identificado con nosotros, tu ayuda será bienvenida…      

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