Tras lo que Marc le contó, mantuvimos contactos con Raymon y Elena (miembros de la Junta Directiva de Otra Vida es Posible), y después de varias reuniones se decidieron venir al Campo de Trabajo que organizamos en Semana Santa del 2011, para conocer en persona lo que allí hacíamos.
Yo, que también estuve allí, fui testigo visual, auditivo y emocional de cómo nuestros amigos Raymon y Elena iban transformándose en aquel rincón perdido del Alto Atlas marroquí. Iban viendo, observando, anotando, preguntando, experimentando, y sobre todo, vivenciando todo lo que allí iba sucediendo. Con sus propios ojos, iba comprobando la dureza de la vida de los habitantes del valle. Podía ver a las niñas y a las mujeres yendo varias veces al día a buscar agua, acarreando bidones de entre 20 y 40 kilos de peso. Podía verlas cargadas con pesados fardos de leña, se dio cuenta de los sabañones en sus manos, de sus columnas torcidas y desviadas por el peso diario. Allí supo que aún estando en el siglo 21, había lugares donde todavía no había electricidad, donde los niños pequeños no tenían escuela, y donde la población podía morir por algo tan simple como no tener un medicamento que nosotros compramos a la vuelta de la esquina.
También corroboró el trabajo que la Fundación Acción Geoda hacía en ese valle olvidado. Con nosotros, vio que ya había una casa comunal construida, y dentro de la misma, había una escuela infantil, un dispensario médico, y unas profesoras dando clases a los niños y a las mujeres de la zona. Raymon pudo tocar con sus manos los dos pozos de agua, inicio de nuestro proyecto del agua. Y sobre todo, se dio cuenta del inmenso cariño y respeto mutuo que nos tenemos entre los habitantes de la zona y los miembros de AG.
Y según el iba viendo todo esto, sus ya de por si profundos ojos, se iban volviendo aún mas claros. Y cuando los hombres, las mujeres y los niños del valle, se acercaban a él, su cara se iba haciendo cada vez más luminosa.
Así que cuando volvió a casa, les contó a todos los demás miembros su experiencia con AG. Y aunque ninguno de nosotros estábamos allí, su relato debió de resultar muy convincente, porque, aunque en el valle ya nos dijo que su ong “Otra Vida es Posible” nos iba ayudar económicamente en alguno de los proyectos que teníamos en marcha, el resto de los miembros de su ong tenían que confirmarlo y apoyar esta idea. Finalmente, nos donaron la cantidad de 3.000€ para desarrollar nuestros proyectos educativos en el valle. Y nosotros, y las gentes del valle, les estaremos eternamente agradecidos.
¿Qué es lo que hizo que Raymon y “Otra Vida es Posible” ayudaran al proyecto de AG. Pues supongo que fue porque somos una fundación compuesta íntegramente por voluntarios, porque ellos mismos comprobaron “in situ” que estamos haciendo cosas productivas y reales en el valle, y porque somos una fundación honesta y transparente al 100%. Aunque para ser totalmente sincero, creo que nos ayudaron sobre todo porque el pueblo “Amazigh”, los habitantes del valle, tienen algo inexplicable que engancha, te atrapa, te enamora y sobre todo te hermana con ellos.
Si algún día vienes al valle, y decides ayudarnos, tu mirada se volverá más profunda y tu alma más limpia, y al igual que Raymon, “Otra Vida es Posible” y todos los miembros de AG, sentirás una profunda alegría y un pacífico sosiego interior.
En este año 2013, otros miembros de Otra Vida es Posible han estado en el campo de trabajo que hemos organizado. Esta es una muestra del álbum de fotos que han hecho:
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.10151562012480622.1073741825.75881220621&type=3
Entrada escrita por Diego (Brahim) Herreros (responsable del Área Financiación y RRPP de aG)
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