Todos aquellos que hayáis seguido en mayor o menor medida la
trayectoria de la fundación Acción Geoda sabréis que unos de los retos más
importantes al que nos enfrentábamos era el de conseguir un sistema más o menos
efectivo para el suministro de agua de los tres pueblos que han englobado
nuestro proyecto desde que comenzamos con esta maravillosa locura hace ya más
de 4 años.
No creo que sea necesario recordaros las condiciones tan
duras de vida que sufren los habitantes de dichos pueblos y el problema diario
que suponía disponer de un recurso tan imprescindible y apreciado como es el agua.
Los beneficiarios de nuestro proyecto disponen ya de agua potable en sus casas, evitando así
tener que desplazarse y cargar pesadas garrafas de agua ladera arriba,
ladera abajo. Tan importante como el hito de la llegada del agua potable a sus casas ha sido su compromiso con el proyecto y el trabajo conjunto con la
fundación Acción Geoda, que
nos ha ayudado a todos a comprender que poco a poco se pueden superar problemas
de concepción, de tolerancia y de paciencia para sacar un proyecto adelante
entre todos.
En cuanto al trabajo de nuestro equipo en la fundación, hemos tenido momentos dulces y momentos amargos, momentos
con mucha fuerza y momentos de puro agotamiento. Puede parecer un tópico decir
que la unión hace la fuerza, pero en este caso en concreto ha sido algo
imprescindible para la culminación de este proyecto. Los miembros del equipo se han comportado como
una balanza, cuando la disposición o la motivación de alguien bajaba
estrepitosamente, otra persona impulsaba el proyecto con más fuerza que nunca.
Ya el año pasado se consiguió arrancar el primer proyecto de agua en el pueblo de Azzarzene, y este año
gracias a la increíble tenacidad de María y de la inestimable ayuda del bueno
de Abdu se ha podido realizar el proyecto en los pueblos de Ifoulou e Irbrane
no sin innumerables quebraderos de cabeza y varios viajes a la zona. Estos logros no sólo se deben al binomio beneficiarios-fundación Acción Geoda, si no a la implicación del gobierno marroquí, que nos impulsó con la instalación del suministro de energía en estas aldeas.
No hay que olvidar también que sin las donaciones, las
subvenciones para el proyecto y las aportaciones de los socios nunca se podría
haber llevado a cabo este proyecto.
Ahora podemos decir que unos pocos mas en este mundo, han
conseguido tener acceso al agua potable, y eso, aunque parezca algo cotidiano,
en ciertas partes del planeta, es todo un logro!!.
/Redactado por Oscar Pintor.